miércoles, 11 de marzo de 2009

Dichoso Casilasratas

Hace mucho tiempo, en muy muy lejano... bueno, o en un lugar, que no pillaba tan lejos,
pero que ahora mismo, se nos escapa a más de uno de la imaginación.

Según se puede leer en libros de historia, la gente por aquel entonces, bueno, creo que por ahora también, era bastante pobre. Pues resulta que en estos extremos de pobreza, entre los chavales del pueblo había uno de ellos, hijo de Yusuf el panadero, que se quedó huerfano de padre a la temprana edad de 10 años, al morir este durante el colapso de un molino de harina.
Este chaval se llamaba Mohammed, Mohammed Ben Yusuf. Resulta que un día al ver que tanto le sonaban las tripas no tuvo mas remedio que buscarse un trabajo, para lo cual fue llamando puerta a puerta por todas las casas del pueblo.

Moha, que así llamaremos a partir de ahora a nuestro amiguito, pensaba que lo de "currar" debía ser muy duro, pues solo para encontrar un sitio donde hacerlo, se paso todo el día de puerta en puerta ofreciendo sus servicios. Tras mucho caminar llegó a la puerta más bonita de todo el pueblo, con ningúna esperanza de encontrar nada. Le abrió la puerta un hombre de mediana edad, de unos 40 años, al que Moha contó sus ofrecimientos. El hombre quedó encantado con el chaval y le prometió 1 moneda de plata al mes si Moha cumplía sus requisitos. Sus requisitos eran los siguientes, el señor era listo y malvado, y en ese mismo instante se ideó una serie de pseudónimos con los que designarse a el y a los demás componentes de la casa, lo único que quería el señor era tener que pagar a Moha a fin de mes.

...Atiende bien porque no te lo volvere a repetir...
A esta casa, donde tu vivirás y trabajarás a partir de hoy en día la llamarás Pitongo, a mí señor de ella, Alto Fariseo, a la señora Proxima nuestra, al agua que nos da Di`s abundancia, y al fuego sagrado alegranza. El lecho donde mi mujer y yo dormimos será la alta sebastiana, y las sandalias con la que vestimos nuestros pies serán los caminacatos. Ah, y ves este gato que vive aqui con nosotros, sera el Casilasratas...

Asi pues, Moha empezó a trabajar con todas las ganas que podía sacar de su desnutrido cuerpo, y poco a poco su alegría fue creciendo, tanto que a penas pasados cinco días ya se había olvidado de sus anteriores penurias.

A las dos semanas Moha limpiaba, ayudaba a los otros sirvientes a traer viandas para la comida, limpiaba las sandalias del señor y la señora, daba de comer a los caballos... un sinfin de cosas, el solo quería hacerlo lo mejor posible, con la esperanza de que acabado el més el señor le dara una moneda de plata.

Pero quiso la casualidad que un día, la peor y mas difícil de ocurrir de las desgracias ocurriese, al ver lo que se presentaba, Moha acudió corriendo a su señor y le dijo...

Alto Fariseo, digale a la Proxima Nuestra, que se levante de la alta sebastiana, que se ponga los caminacatos, que el Casilasratas ha metido el rabo en la alegranza, y como no acuda pronto con la abundancia, se quemará el pitongo.

El señor se llevó las manos a la cabeza por partida doble, pero se libro de quedarse sin casa gracias a Moha. Recapacitó y en vez de darle una moneda, le dio dos por su buen hacer, al fin y al cabo, Mohammed se lo merecía.

¿Sería uno de estos el dichoso Casilasratas?